El médico endocrinólogo Jorge Yamamoto resalta las bondades de las cerezas, indicando que pueden tener un impacto positivo en el equilibrio del sistema endocrino.

Según Yamamoto, estas frutas pueden ayudar a eliminar toxinas almacenadas en órganos clave como el hígado y la vesícula biliar, fundamentales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.

Además, Yamamoto menciona que las cerezas tienen un bajo índice glucémico, lo que significa que no causan picos ni caídas bruscas en los niveles de azúcar e insulina en la sangre.

Destaca también un estudio del Journal of Agricultural and Food Chemistry que sugiere que las antocianinas presentes en las cerezas podrían ser la base para desarrollar tratamientos innovadores que combatan la resistencia a la insulina y ayuden a controlar la diabetes tipo 2.